Día de las Madres

El pasado domingo, 18 de mayo, se festejó, en la Casa de los Heraldos del Evangelio, el día de las madres. después de la Santa Misa, celebrada por el P. Fernando Gioia, EP. hubo una obra de teatro, sobre la interesante historia del Escapulario de la Virgen del Carmen, preparada por los jóvenes integrantes de las actividades de los fines de semana, que arrancó aplausos y lágrimas de los asistentes. Luego hubo un concierto en el cual también los jóvenes tenían preparado una pieza para las mamás.

Para finalizar, esta tarde inolvidable, hubo un animado almuerzo familiar con Bingo, en el cual todos pudieron llevarse un grato recuerdo, pero el recuerdo más grato fue, sin lugar a duda, los momentos felices pasados juntos.

Campamento Retiro Guatemala 2014

Una Vez más los jóvenes de los Heraldos del Evangelio de Costa Rica, Guatemala y El Salvador, se dieron cita para participar del 6º Campamento-Retiro en Semana Santa.

El tema del mismo fue la oración y la importancia de tener una vida de piedad bien llevada para el cumplimiento de los deberes de todo bautizado. Todas las palestras fueron ilustradas por numerosas e interesantes obras de teatros, que  fueron de gran subsidio para los jóvenes asistentes. La actividad comenzó con una solemne coronación de la imagen del Inmaculado Corazón de María, pidiendo, con este acto que la Santísima Virgen sea la Reina de nuestros corazones en todos estos días de retiro. Tampoco faltó un tiempo de esparcimiento con entretenidos juegos.

 

 

Tarde Navideña con los Heraldos del Evangelio

El pasado sábado 28 de diciembre, en la Casa de los Heraldos se tuvo un convivio familiar de Navidad.

La mismo comenzó con la Santa Misa con todos los papás y jóvenes que participan de las actividades de los fines de semana. En la homilía, el P. Álvaro Mejía,EP., ya estando en las vísperas de la fiesta de la Sagrada Familia, versó sobre la importancia de que la familia tome como modelo el sagrado Hogar de Nazaret. Luego de la Misa, se pasó unas diapositivas sobre las actividades más relevante de los Heraldos realizadas en el año de 2013, mientras los más jóvenes se preparaban para una sorpresa para los papás, que consistió en una emocionante obra de teatro titulada “El rey triste y el niño feliz”, que fue seguido con mucha atención por el selecto público y que no sólo arrancó aplausos sino también lágrimas.

Jóvenes se consagran a Nuestra Señora

El domingo, 8 de diciembre,  se vivieron momentos de mucha emoción y gracia sobrenatural en la Casa de los Heraldos del Evangelio en El Salvador, ya que un grupo de jóvenes participantes de las actividades de los Heraldos, en una solemne Eucaristía, presidida por el P. Michael Carlson EP, se consagraron a Jesucristo como esclavos de Amor por las manos de María, según las enseñanzas de San Luis Maria Grignon de Monfort.

Después de un profundo estudio del Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen, de San Luis, y de haber cumplido con las prescripciones de las oraciones y meditaciones durante los 33 días de preparación, realizaron la tan esperada consagración y con esto servir a Dios de una manera más perfecta, es decir, haciéndose todo dependientes de Aquella que es la Medianera de todas las Gracias, la Virgen Inmaculada.

 

Gran Concierto Navideño con los Heraldos del Evangelio

En el primer domingo de Adviento, 1º de diciembre los Heraldos del Evangelio de El Salvador dieron, el Gran Concierto Navideño en los salones del  Hotel Sheraton Presidente, el cual se llenó de alegría, espíritu y regocijo para la celebración navideña, que conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén.

La quinta edición del concierto navideño de los Heraldos del Evangelio debutó su primer relato cantado llamado “Oratorio de Navidad”, escrito por el compositor alemán, Heinrich Schütz, y a seguir con los cantos de los más bellos villancicos de todo el mundo.

El “Oratorio de Navidad” transmitió la belleza, la dulzura y la suavidad del ambiente navideño, por medio de la música, contando la versión de los Evangelios del nacimiento de Cristo, la anunciación del ángel, la huida a Egipto y el retorno a Tierra Santa.

Los villancicos en diferentes idiomas: español, alemán, francés, latín, portugués, italiano, entre otros, se oyeron en el Salón, “Adeste Fideles”, “El niño del tambor”, “Stille” (Nacht-Noche de paz), “Campanas sobre campanas”, “Les Anges”, conocida como “Gloria in Excelsis Deo”,  “Arre Burriquita”, “Los peces en el río” y “Oh Holy Night”.

Más que una velada musical, ha sido  una preparación navideña para festejar el nacimiento de nuestro Salvador.

 

 

 

 

Una Mañana con María en San Pedro Masahuat

El domingo 3 de noviembre, los Heraldos del Evangelio en conjunto con la parroquia San Pedro de Masahuat, diócesis de Zacatecoluca, departamento de La Paz, se llevó a cabo una “Mañana con María”. El evento comenzó con una procesión, desde la entrada de la ciudad hasta la parroquia, con la imagen del Inmaculado Corazón de María, que era esperada por el Párroco, el P. Juan Fernando Echaverría y junto con él una multitud de fervorosos fieles.  También tuvieron una participación toda especial el Apostolado del Oratorio de las diversas comunidades de la parroquia. La procesión fue acompañada por la banda constituida por los jóvenes de la parroquia, que animaban la peregrinación con sus toques entre misterio y misterio del Santo Rosario.

Al llegar al templo la imagen peregrina entró en triunfo hasta el altar donde fue solemnemente coronada como reina de todos los corazones de los fieles de San Pedro Masahuat.

El P. Juan Fernando dio unas palabras de bienvenida a Nuestra Señora y quiso que la imagen se pasease por las naves de la iglesia para así los feligreses poder venerar mejor a tan augusta Madre, al término de la cual fue llevada a un hermoso altar preparado para la ocasión.

A seguir de siguió una charla sobre la importancia del mensaje de la Virgen de Fátima en Portugal, mostrando como lo que dijo Nuestra Señora a los pastorcitos, hace 96, años continúa siendo de mucha actualidad. Se recalcó el valor del  rezo del Rosario, de la conversión y de la penitencia.

Para ilustrar la charla, a seguir se puso en escena la parábola del Hijo pródigo, que fue seguida con mucha atención por los asistentes.

La “Mañana con María” fue coronada con broche de oro con la Solemne Misa de clausura celebrada por el P. Javier Pérez, EP., y con-celebrada por el P. Juan Fernando,dentro de la celebración, después de la homilía, los Coordinadores del Apostolado del Oratorio, pudieron recibir el pin y las capas distintivas de su apostolado y también el P. Juan Fernando le obsequió al P. Javier una hermosa casulla. Al finalizar la misa la feligresía pudo acercarse a la imagen peregrina del Inmaculado Corazón de María, para besar sus pies y pedirle gracias espirituales y materiales.

Peregrinación a Chalatenango

Con motivo del 96º aniversario de la última aparición de la Virgen de Fátima, los Heraldos del Evangelio en conjunto con la Diócesis de Chalatenango, El Salvador, promovieron una peregrinación de la imagen del Inmaculado Corazón de María de Fátima  a la Ciudad de Chalatenango. El acto comenzó con una procesión con la Imagen, acompañada por  medio millar de fieles, que terminó en la Catedral dedicada a San Juan Bautista, donde fue recibida por Mons. Luis Morao Andreazza, OFM. Obispo de Chalatenango, Mons. Marco Tulio León, párroco de la Catedral y una multitud de devotos llenos de entusiasmo y entre aplausos. La imagen fue solemnemente coronada por el Obispo de Chalatenango como reina de todos los corazones de los presentes y de toda la Diócesis, y a seguir se celebró la Santa Misa. La imagen visitó, por la tarde, inúmeros hogares y la Peregrinación finalizó con una Misa de clausura y una emotiva procesión de velas dentro de la Catedral.

He aquí, yo estoy a la puerta y llamo

“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”. (Apocalipsis 3, 20)

 De las frases más conmovedoras y que  llenan espiritualmente, se encuentra en el capítulo 3 versículo 20 del libro del Apocalipsis.

Nuestro Señor Jesucristo, se presenta diciendo “he aquí, yo estoy a la puerta y llamo”. Nuestro Señor es el que toma la iniciativa, para hablarnos de un “llamado”. Dios tiene un llamado diferente para cada uno. Para algunos será la vida de religioso, otros la vida matrimonial. A unos les estará llamando para abandonar una mala vida, un pecado, un vicio. A otros les llama, para decirles que tengan confianza en Él. A otros les llamará para que vuelvan a la vida sacramental, a la confesión. A todos nos llama para que nos dejemos amar por Él.

“Si alguno oye mi voz”. Es ahí el problema. Pues Dios llama a cada uno en particular. El problema que podemos encontrar, es que por el exceso de ruido que hay en nuestras almas no oigamos, o simplemente oímos y por comodidad preferimos no abrir, con el pretexto de decir mañana te abriré; alegamos mil pretextos para que la entrada de Nuestro Señor Jesucristo sea más tardía. Además podemos encontrar otro problema, y está en que no conocemos de Quién proviene la voz; a veces nos encontramos perdidos, en busca de algo que nos llene, que nos conforte, buscamos en el mundo, en el placer, en el dinero, en la comodidad y nunca encontramos. Si supiéramos que la respuesta que buscamos está tocando a la puerta de nuestro corazón; y Ésa persona es Nuestro Señor Jesucristo.

 “Y abre la puerta”. No basta con sólo oír. Se cumplen las palabras de Nuestro Señor, – no sólo el que dice Señor, Señor se salvará -, por tanto el abrir la puerta significa expulsar primero lo que en nuestras vidas nos ata al pecado, nos tenga amarrados a una vida de mediocridad y tibieza. Y después de expulsar eso de nuestras almas, es dar el espacio de entrada a nuestro Redentor y Salvador.  No podemos servir a dos señores. Llevar una doble vida, en la que decimos creo en Dios y no hago mal a nadie, y llevamos una vida de pecado, caemos en hipocresía, pues no estamos siendo consecuentes con nuestra fe; pues no puedo amar a Dios si no cumplo los 10 mandamientos, y no puedo amar al prójimo sino no busco primero la salvación de mi propia alma.

Algunas estampas devotas, muestran a Nuestro Señor Jesucristo tocando una puerta; y es curioso ver un detalle que tiene un significado grande; en la puerta no hay cerrojo por fuera, sólo por dentro; con ellos comprendemos la libertad que Dios nos concede, nosotros somos los únicos que tenemos la llave para dejar entrar o dejar fuera a Nuestro Señor; es la educación de Dios. 

Pobre de nosotros si cerramos nuestra puerta a Dios, pues con ese acto nosotros mismos nos estamos también cerrando las puertas del cielo. Y el día de nuestro juicio, Dios nos juzgará no por si sólo oímos su voz, pues evidente que en algún momento de nuestra vida la oímos; nos juzgará por si respondimos a ese llamado que nos hizo y le abrimos la puerta.

“Entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”. Esta es la dulce recompensa de dejar entrar a este Divino transeúnte, que busca no solo entrar en nuestras vidas sino compartir. El momento más tierno e importante para una familia, es el reunirse en torno a la mesa a compartir los alimentos, por eso Nuestro Señor habla de cenar, en esta Divina comunión: Él conmigo y yo con Él.

No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal. Amén.

Con estos dos pedidos, termina la oración por excelencia, compuesta por Nuestro Señor Jesucristo: El Padre Nuestro.

Para empezar a comentar estas peticiones, es de notar el sentido plural de ambas frases.  Es decir que al rezarlo, aunque sea de forma individual, hacemos el pedido para todos los miembros de la Santa Iglesia.

Es preciso destacar, que en el pedido “no nos dejes caer en tentación”, es un pedido en que le pedimos fuerzas a Dios, para que no permita el pecado en nuestras almas, muy diferente en pedirle “no nos tientes”. Por tanto consideremos que la tentación y el pecado son cosas diferentes; una nos aleja de Dios y otra, si no caemos, nos acerca y nos torna dignos ante  Dios.

La tentación, para nuestra vida espiritual y conquistar el cielo, es necesaria, pues así ganamos méritos y gracias; además que reconocemos nuestro nada y miseria y por otro lado nos lleva a admirar la bondad, y misericordia infinita de Nuestro Señor.

Al pedirle a Dios, en esta oración – líbranos del mal, estamos pidiendo que nos libre de nuestros enemigos, que no son necesariamente personas con la que no tengamos buen relacionamiento, sino, nuestros tres enemigos del alma: el demonio, el mundo y la carne.

El mayor triunfo del demonio en nuestros días, es hacer pensar a las personas que él no existe, por lo tanto advirtamos que él existe y que busca nuestra condenación eterna. El mundo, es un enemigo para nosotros, pues si nos apegamos a él, será nuestra perdición, si buscamos en él la felicidad será nuestra ruina. Y el peor enemigo, la carne, ósea uno mismo. Todos tenemos defectos, vicios que si no los combatimos nos irán esclavizando y alejándonos de Dios.

¿Cuál es la mejor solución para no caer en tentación? Nuestro Señor Jesucristo nos responde en el monte de los Olivos, “vigilad y orad, para no caer en tentación”.

Y la mejor forma de librarnos del mal, es la devoción ardorosa a la Santísima Virgen, pues ella es el mayor enemigo del demonio. Se estudia en teología, que con solo decir el nombre de Ave María Purísima el infierno tiembla; no olvidemos que el demonio es un ser cobarde, que sólo con pronunciar el nombre de Nuestra Señora, huye lleno de espanto y de terror.

San Joaquín y Santa Ana, abuelos de Nuestro Señor

Joaquín y Ana -los dos pertenecientes a la tribu de Judá- llevaban 20 años de matrimonio, pero no habían podido tener un hijo. Joaquín, con gran dolor en su corazón -puesto que la esterilidad era considerada para los hebreos un castigo del cielo-, decide retirarse al desierto y con ayuno, oración y penitencia le pide a Dios la bendición de la paternidad. Ana, por su parte, intensifica sus oraciones implorándole al dueño de la vida que le conceda un hijo. Dios no demora en escuchar sus ruegos y, aunque los esposos ya eran unos ancianos, bendice el matrimonio con una especial y única descendencia: la inmaculada Virgen María.

Hoy, la Iglesia conmemora a los abuelos de Jesús, como se llaman cariñosamente Santa Ana y San Joaquín. Aunque poco se sabe de ellos, una tradición antigua, que viene del siglo II, atribuye los nombres de Joaquín y Ana como los padres de María.

Entre esas tradiciones, está la que proviene del protovangelio de Santiago, un texto apócrifo -es decir, extracanónico- que fue escrito aproximadamente en el año 150, en el que se hace referencia a la concepción milagrosa de María -la escogida desde la eternidad para ser la Madre del Hijo de Dios-, de su infancia, y en el que se menciona a Joaquín y Ana como sus padres.

Otros textos apócrifos, que hacen referencia a los padres de la Santa Madre de Dios, son el Evangelio apócrifo de Mateo y el Evangelio de la Natividad de María, el cual data aproximadamente del siglo IX.

Sobre la devoción a Santa Ana, se afirma que ésta fue introducida en la Iglesia oriental durante el siglo VI, la cual pasó a la occidental durante el siglo X. De San Joaquín se dice que fue venerado antiguamente por los griegos. La fiesta de los abuelos de Jesús antes era celebrada por separado, pero con la reforma del Calendario Litúrgico, realizada tras el Concilio Vaticano II, la celebración de los padres de María quedó establecida para el 26 de Julio, catalogándolos como los patronos de los abuelos.