Peregrinación a Zacatecoluca

 El domingo, 5 de octubre, fue el día tan esperado para la Peregrinación de nuestra Señora de Fátima, a la ciudad de Zacatecoluca lo iniciamos a las 6:00 a.m. con mucho entusiasmo y compromiso y sobre todo encomendando el día a nuestra Señora.

A las 8:00 a.m. se dio inicio con las palabras de bienvenida del Obispo Mons. Elías Samuel Bolaños y el rezo del Santo Rosario. Después del Santo Rosario hizo el ingreso la imagen peregrina del Inmaculado Corazón de María de Fátima al templo, donde fue coronada solemnemente por Mons. Elías Bolaños, con una lluvia de aplausos, y así dio inicio a la Santa Misa.

Posteriormente dimos inicio a la procesión alrededor de Catedral rezando y cantando alabanzas.

A las 11:45 partimos hacia el Asilo Nuestra Señora de los Pobres, donde los ancianitos estaban reunidos en el comedor, y esperaban con mucho fervor la augusta visita.

A las 5.00pm. fue la celebración de la Santa Misa de clausura de la Peregrinación, presidida por Mons. Elías.

El Obispo agradecer la presencia de los Heraldos, y al finalizar la misa se hizo una procesión a luces de velas alrededor del parque frente a la Catedral.

Campamento Panchimalco 2014

De los días 12 al 15 de septiembre se realizó un campamento con los jóvenes que participan en las actividades de los fines de semana. El tema del campamento fue la Confianza. En las varias palestras se vio la importancia de la práctica de esta virtud para el progreso en la vida espiritual. Muchas de las reuniones fueron ilustradas con obras de teatros o audiovisuales. En el último día tuvimos la alegría de compartir con los papás de los chicos los juegos y el almuerzo.

Agradecemos de todo corazón a la Santísima Virgen de la Confianza por todas las gracias y bendiciones derramadas en estos días a todos y a cada uno de los participantes.

Viaje a Costa Rica 2014

Un grupo de jóvenes participantes de las actividades de los fines de semana de los Heraldos del Evangelio, en las Fiestas Agostinas han aprovechado para hacer un viaje cultural a Costa Rica.

San José, capital del país. El Teatro Nacional, donde asistieron a un concierto de canto del conjunto de Cámara Genasis, la Catedral, plazas y calles fueron la gran atracción del paseo capitalino. El Rosario de luces rezado en la plaza de la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, patrona de Costa Rica, el Parque natural de las Cataratas de La Paz, el Canpy en Monteverde, el Museo del Niño, Museo de Ciencias Naturales, fueron lugares, entre otros, que sin lugar a duda han marcado como una experiencia positiva en los corazones de todos los participantes.

Agradecemos de todo corazón a los Heraldos del Evangelio de Costa Rica por la excelente recepción que nos han brindado y pedimos a la Santísima Virgen de los Ángeles que continúe bendiciendo todo el labor en pro de la juventud que realizan en tierras Ticas y también le pedimos a Ella de ser fieles a todas las gracias que derramó durante estos días inolvidables pasados juntos.

El Manto del Carmen

Anticipando el monaquismo católico, unos cuantos discípulos de Elías eligieron las alturas del monte Car­melo para entregarse a la contemplación. Permanecieron así en la sucesión de las generaciones hasta la llegada del Señor. Varios se convirtieron después de Pentecostés y fueron los primeros en erigir un oratorio en alabanza de la Virgen.

Tácito nos relata que el empera­dor Vespasiano subía al monte Car­melo para consultar un oráculo, y allá escuchaba las orientaciones de un sacerdote llamado Basilido, que en cierto momento le auguró un gran éxito.

Otro historiador –Suetonio– re­fuerza el relato, agregando que Ves­pasiano iba al Carmelo en busca de una confirmación para su destino y sus reflexiones, y volvía lleno de áni­mo.

Autores de peso discuten entre sí el origen del oratorio existente en el lugar. Unos dicen que era pagano; otros, en cambio, afirman que ya se trataba de un santuario dedicado a la Santísima Virgen.
Entretanto, es totalmente segura la enorme antigüe­dad de la Orden del Carmen.

Después de Elías, su discípulo Eliseo siguió habitando la montaña rodeado por los “hijos de los profe­tas” (Cfr. 2 Re 2, 15; 6, 1; etc.). Se conoce allá una “gruta de Elías” y una caverna llamada “escuela de los profetas”.

Pero el primer documento históri­co que nos ha llegado mencionando a un grupo de ermitaños en el mon­te Carmelo es de mediados del s. XII.

Vivían bajo la dirección de un ex mi­litar de nombre Bertoldo. En 1154 o 1155 un pariente suyo, Aymeric, pa­triarca de Antioquía, lo orientó en el establecimiento del eremitorio. A un monje griego, Juan Focas, quien lo visitó en 1185, le contó san Bertol­do que se había retirado con diez dis­cípulos al Carmelo en virtud de una aparición de san Elías. Esta comuni­dad recibió poco después una regla del Patriarca de Jerusalén, san Alber­to, la cual fue enmendada y definitivamente aprobada por el Papa Ino­cencio IV en 1247.Quedaba consti­tuida así la Orden del Carmen.

El primer vestido lo hizo Dios

El primer vestido del que la Histo­ria tiene noticia se remonta al Paraí­so Terrenal.

Cuenta el Génesis (3, 21) que después de caer nuestros primeros padres, Adán y Eva, el propio Dios les confeccionó túnicas de piel y los cubrió con ellas.

Mucho más tarde, Jacob hi­zo una túnica de variados colores para el uso de José, su hijo bienamado (Gen 37, 3). Y así, los atuendos son citados en tales o cuales circunstancias a lo largo de las Escrituras (Gen 27, 15; 1 Sam 2, 19; etc.).

Sin embargo, hay una túni­ca que ocupa un lugar princeps entre toda vestimenta: la que fue echada a la suerte por los soldados, por tratarse de una pieza de altísimo valor al no tener costura. Una piadosa tradición atribu­ye a las purísimas manos de María el arte empleado en su confección. Cuan­do los verdugos se dieron cuenta de la alta calidad de dicha pieza, tomaron la decisión de no rasgarla.

Así vestía María a su Hijo Jesús des­de su nacimiento, como Madre devota y esmerada. Y quiere revestirnos también a nosotros, sus hijos adoptivos, Aquella que “cubre como la niebla a toda la tie­rra”, puesto que le fuimos entregados en la misma ocasión en que los soldados decidían por suertes la propiedad sobre la túnica de Jesús: “Mujer, ahí tienes a tu hijo” (Jn 19, 26). ¿Qué ropa Ella nos ofrece?

El Escapulario, una de las vestimentas más eficaces

En 1251, la Virgen Santísima se apareció a san Simón Stock, sexto ge­neral de la Orden del Carmen, entre­gándole un escapulario y prometien­do a todos quienes lo usaran, que se verían libres de la condenación eter­na. Décadas más tarde (1322) el Papa Juan XXII concedió a los carmelitas el privilegio sabatino, esto es, que to­dos los que muriesen usando el esca­pulario se verían libres del fuego del Purgatorio al sábado siguiente de su fallecimiento.

He aquí, pues, una de las vesti­mentas más eficaces, aparte de ser un magnífico símbolo de alianza, protec­ción y salvación.

Papas enaltecen el uso del Escapulario

En 1951, con motivo de la celebra­ción del 700º aniversario de la entre­ga del escapulario, el Papa Pío XII dijo en carta a los Superiores Gene­rales de las dos órdenes carmelita­nas: “Porque el Santo Escapulario, que puede ser llamado Hábito o Traje de María, es un signo y prenda de protec­ción de la Madre de Dios”.

Exactamente 50 años después, el Papa Juan Pablo II afirmó: “El esca­pulario es esencialmente un ‘hábito’. Quien lo recibe es agregado o asocia­do en un grado más o menos íntimo a la Orden del Carmen, dedicada al ser­vicio de la Virgen para el bien de toda la Iglesia. […] Dos verdades evoca el signo del escapulario: por un lado, la continua protección de la Santísima Virgen, no tan sólo a lo largo del cami­no de la vida, sino también al momen­to de pasar a la plenitud de la gloria eterna; por otro, la conciencia de que la devoción a María no puede limitarse a oraciones y tributos en su honor rea­lizados en algunas ocasiones, sino que debe tornarse en ‘hábito’”.

Ambos Pontífices confirman, así, las muestras de aprecio que el esca­pulario ha recibido por parte de va­rios antecesores, tales como Bene­dicto XIII, Clemente VII, Benedicto XIV, León XIII, san Pío X y Benedic­to XV. Benedicto XIII extendió a to­da la Iglesia la celebración de la fies­ta de Nuestra Señora del Carmen el 16 de julio.

Las Promesas del Sagrado Corazón de Jesús

En mayo de 1673, el Corazón de Jesús le dio a Santa Margarita María para aquellas almas devotas a su Corazón las siguientes promesas:

* Les daré todas las gracias necesarias para su estado de vida.

* Les daré paz a sus familias.

* Las consolaré en todas sus penas.

* Seré su refugio durante la vida y sobre todo a la hora de la muerte.

* Derramaré abundantes bendiciones en todas sus empresas.

* Los pecadores encontrarán en mi Corazón un océano de misericordia.

* Las almas tibias se volverán fervorosas.

* Las almas fervorosas harán rápidos progresos en la perfección.

* Bendeciré las casas donde mi imagen sea expuesta y venerada.

* Otorgaré a aquellos que se ocupan de la salvación de las almas el don de mover los corazones más endurecidos.

* Grabaré para siempre en mi Corazón los nombres de aquellos que propaguen esta devoción.

* Yo te prometo, en la excesiva misericordia de mi Corazón, que su amor omnipotente concederá a todos aquellos que comulguen nueve Primeros Viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final: No morirán en desgracia mía, ni sin recibir sus Sacramentos, y mi Corazón divino será su refugio en aquél último momento.

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Día del Padre con los Heraldos del Evangelio

El pasado sábado 21 de junio, los papás de los jóvenes que participan de las Actividades de los Heraldos del Evangelio en El Salvador, han tenido un día especial, ya que se festejó el Día del Padre. La fiesta comenzó con la Santa Misa celebrada por el P. Michael Carlson EP., y a seguir los padres midieron sus capacidades deportivas juntos con sus hijos y han demostrado una vez más, que vale más la experiencia que las fuerzas y tanto en casa como en el campo de juegos, ellos son, al fin y al cabo los papás…

Después de las actividades deportivas, pudieron disfrutar de una muy divertida obra de teatro preparada por los chicos, con una pequeña explicación y aplicación de la misma en los días que nos toca vivir.

Para finalizar hubo un refrigerio, antes del cual, el P. Michael, entregó un recuerdo para todos los padres, consistiendo este, en un hermosa foto de San José, modelo de todos los papás.

Día de las Madres

El pasado domingo, 18 de mayo, se festejó, en la Casa de los Heraldos del Evangelio, el día de las madres. después de la Santa Misa, celebrada por el P. Fernando Gioia, EP. hubo una obra de teatro, sobre la interesante historia del Escapulario de la Virgen del Carmen, preparada por los jóvenes integrantes de las actividades de los fines de semana, que arrancó aplausos y lágrimas de los asistentes. Luego hubo un concierto en el cual también los jóvenes tenían preparado una pieza para las mamás.

Para finalizar, esta tarde inolvidable, hubo un animado almuerzo familiar con Bingo, en el cual todos pudieron llevarse un grato recuerdo, pero el recuerdo más grato fue, sin lugar a duda, los momentos felices pasados juntos.

Misión Mariana en la Parroquia de Los Santos Niños Inocentes

Desde el domingo 16  hasta el 30 de marzo, se ha realizado una Misión Mariana en el territorio de la Parroquia de Los Santos Niños Inocentes, de Antiguo Cuscatlán.

La Misión Mariana consiste en visitar los más diversos lugares como hogares, instituciones, hospitales, consultorios, clínicas y comercios, con la imagen del Inmaculado Corazón de María de Fátima.

Esta gran Misión comenzó con la Santa Misa, celebrada por el Párroco, el P. José Escobar, OCRS, el domingo 16 de marzo y fue finalizada también, como broche de oro, con la Santa Misa presidida por el Señor Nuncio Apostólico, Monseñor León Kalenga, que coronó solemnemente, en nombre de todos los fieles, la Imagen del Inmaculado Corazón de María, el domingo 30 de marzo.

De estos quince días será difícil olvidar las emociones y manifestaciones de amor hacia la Santísima Virgen por la celestial visita que ella hacía en todas partes, ya sea en viviendas, comunidades, comercios, fábricas y depósitos. Eran muy frecuentes frases como: Gracias Madre por no olvidarte de nosotros; Madre de Jesucristo te entrego a mi familia; Madre bendita Convierte a mi hijo; No sé cómo agradecerles el que hayan venido hasta  este lugar… y así muchas más.

No cabe duda que Nuestro Señor y la Santísima Virgen han dejado una marca indeleble en los corazones de los que fueron agraciados por la presencia de la Imagen del Inmaculado Corazón de María de Fátima.

La Cátedra de San Pedro

La Cátedra de San Pedro Centro de la unidad y santidad de la Iglesia

Bien pobre era aquel extranjero que Roma vio llegar, en el reinado de Claudio, pro la Vía Apia. Respondía su nombre al de Pedro, vestía un manto simple y se apoyaba en un bastón de peregrino. Sin embargo, sus sucesores, tres siglos más tarde,  ascendían al más alto trono de la Tierra. Frágiles también eran aquellos varones que, en estos veinte siglos, ocuparon la Cátedra de Pedro. Muchos fueron martirizados, otros presos o exiliados. El hombre puede morir, pero el Papa sobrevive. Aún hoy-y así será siempre- las multitudes lo buscan sin cesar. ¿Buscan ellos oro, poder, influencia? No. Se sentirán felices si consiguen verlo a distancia, en la Plaza de San Pedro, o, quizá, recibir de él una bendición o una mirada. En la persona de Pedro es a Jesús que buscan.

Milagro de la verdad infalible en la inconstancia del hombre

En el Papado, el hombre inconstante, sujeto al error, asumido por el Espíritu Santo, sirve de instrumento a la doctrina eterna. A lo largo de los siglos, en medio a todas las limitaciones de la naturaleza de los que ocupan la Cátedra de Pedro,  una cosa perdurará siempre: la verdad divina. De generación en generación, los Papas portarán la luminosa antorcha de la Verdad que ninguna tempestad conseguirá apagar. “Yo rogué por ti (Pedro) a fin de que tu fe no desfallezca; y tú, por tu vez, confirma a tus hermanos” (Lc. 22, 32). Con estas palabras, el divino Salvador prometió una particular asistencia al jefe de la Iglesia, en virtud de la cual nunca faltará su fe. Con ellas aseguró  a San Pedro y sus sucesores el don de la infalibilidad, es decir, ellos no pueden  errar cuando enseñan ex cathedra, en materia de fe y de costumbres. Es el milagro de la verdad divina bajo las apariencias de la inconstancia humana.

Misterio de la santidad en la debilidad

En consecuencia del pecado, la naturaleza humana quedó corrompida, sus instintos la llevan la mal. Sin embargo, le hombre frágil fue escogido por Dios para, sin desfallecimiento ni interrupción,  derramar sobre el mundo el inmaculado manantial de la gracia y de la virtud, la doctrina que  proclama la santidad y los sacramentos que la confiere. Si, como hombre, el Papa está sujeto a debilidades  no obstante jamás dejará de cumplir su misión de santificar las almas. Y las debilidades humanas señaladas por la Historia, ¿no  habrán sido permitidas por la Providencia justamente para hacer sobresalir aún más que el fundamento de la infalibilidad y la inmortalidad de la Iglesia es el propio Nuestro Señor Jesucristo, y no de criaturas humanas?

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La palabra de Dios en música

En contraste con otros estilos musicales, en los cuales un compás regular y ritmado puede ser luego percibido, el gregoriano es caracterizado por su ritmo libre, pareciendo fluctuar en el aire, liberado del tiempo en un movimiento ascendente y descendente

Inmersos en la agitación del mundo actual, siempre absorbidos por la prisa, la velocidad y el ruido, tal vez no nos sea tan fácil concebir un ambiente diferente. Entretanto, invitamos al lector a parar un poco ahora, e imaginar…

Imaginar un monasterio, con un claustro austero, silencioso, acogedor y elevado, por donde circulan algunos monjes, sin prisa y recogidos, dirigiéndose a una capilla iluminada apenas por la luz tamizada por unos bellos vitrales coloridos.

Estos valientes hombres, habiendo abandonado todo para el servicio de la Religión, dedican su vida al trabajo, al estudio y a la oración. Y como forma de exteriorizar el amor desbordante de sus corazones, habitados por la gracia, se unen en una sola voz para dirigirse a Dios. En unísono, entonan himnos y cánticos que llenan el templo sagrado de melodías suaves y tranquilizantes…

Ya estará nuestro lector con el estado de espíritu listo para comprender cuál es este estilo de canto y sus orígenes, para admirar la misteriosa riqueza y la elevada calidad que hicieron de él el cántico sacro por excelencia.

El canto gregoriano

El canto gregoriano es una forma de música diferente de cualquier otra ejecutada, hoy, en Occidente. Distinto de la polifonía, él es unísono y su perfección es alcanzada cuando una única voz se hace oír, incluso siendo grande el conjunto que lo entona.

En contraste con otros estilos musicales, en los cuales un compás regular y ritmado puede ser luego percibido, el canto gregoriano es caracterizado por su ritmo libre, pareciendo fluctuar en el aire, liberado del tiempo, en un movimiento ascendente y descendente que convergieron rumbo a la perfección asemejado a las olas del mar.

Mientras la música común y corriente, de modo general, está compuesta en una escala mayor o menor, dándole características distintas de tristeza o alegría, los ocho modos del gregoriano transmiten una gama más sutil de expresión, en un equilibrio perfecto, pareciendo siempre evitar los extremos emocionales dramáticos.

Estas son apenas algunas de las razones por las cuales, para oídos poco acostumbrados a él, el canto gregoriano puede dar, a primera vista, la impresión de ser monótono. Con todo, al dejarse llevar por su armonía, la persona es tocada por la fuerza singular de una forma de canto que trae consigo siglos de sabiduría y refleja generaciones de talentos religiosos que convergieron rumbo a la perfección de sus melodías – sus “inspiradas modulaciones”, 1 en la expresión del Papa Juan Pablo II.

Así, a pesar de una apariencia simple, carga dentro de sí, como observa el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira, una formidable riqueza, “una potencialidad casi inagotable de generar civilizaciones y maravillas en cualquier parte del mundo. Es la fuerza de la inocencia aliada a la gracia, que transformó, por ejemplo, los pantanos y valles mefíticos de la antigua Europa en jardines salpicados de vida y de color, donde, entre matorrales y lagos lindísimos, sobresalen grandiosas abadías, imponentes castillos y majestuosas catedrales. Una Europa ‘gregorianizada’ “. 2

Poder de mover las almas

Uno de los más ilustrativos ejemplos del poder transformador de este canto lo tenemos en la conversión de los anglos. La iniciativa del Papa San Gregorio I, el Magno, de penetrar en la isla dominada por estos bárbaros fue marcada por las siguientes palabras: “la alabanza de Dios Creador debe ser cantada en aquellas tierras”. 3 Bajo su dirección, San Agustín de Canterbury entró a Gran Bretaña, en cortejo con 40 otros benedictinos, entonando las “solemnes y emocionantes melodías que les había enseñado Gregorio, su padre espiritual y padre de la música religiosa”. 4 El celestial canto de los recién llegados fue decisivo para la conversión del pueblo, en poco tiempo.

Tal episodio, uno entre tantos en el proceso de “gregorianización” de Europa Occidental, muestra que el Papa -cuyo nombre dio origen a la denominación de este estilo musical- poseía una profunda comprensión de cómo la música puede mover las almas con más eficacia de lo que consiguen las simples palabras. Aquellos cantos eran la más sobrenaturalizada de las músicas y, entretanto, fueron capaces de cautivar bárbaros y campesinos completamente ignorantes en cosas espirituales y no habituados a refinados sonidos.

Es lo que quedó registrado en la Historia: Gregorio I “compuso con gran trabajo y destreza musical los cantos que son cantados en nuestra Iglesia y por todas partes. Por este medio, él influenciaba más efectivamente los corazones de los hombres, elevándolos y animándolos; y, en verdad, el sonido de sus dulces melodías condujo no apenas hombres espirituales a la Iglesia, sino hasta incluso los rudos e insensibles”. 5

Fuente: GaudiumPress

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1 BEATO JUAN PABLO II. Lettera agli artisti, 04/04/1999, n.7.

2 CORRÊA DE OLIVEIRA, Plinio. Cântico da alma inocente. In: Dr. Plinio. São Paulo. Ano V. N.57 (Dez., 2002); p.34.

3 SAN BEDA. Historiam Ecclesiasticam Gentis Anglorum. L.II, c.1. In: Opera Historica. London: Oxford University, 1896, p.80.

4 CONDE DE MONTALEMBERT. Les moines d’Occident depuis saint Benoît jusq’à Saint Bernard. Paris: J. Lecoffre, 1866, v.III, p.363.

5 LEÓN IV. Letter to the Abbot Honoratus. Collectio Britannica, apud BÄUMER, OSB, Suitbert. Histoire du Bréviare.Paris: Letouzey et ané, 1905, t.I, p.345, nota.