En la Parroquia Corazón de María, de los Padres Claretianos, se celebraba, el pasado 13 de mayo, la Fiesta de Nuestra Señora de Fátima, organizada por los Heraldos del Evangelio, ante un gran número de fervorosos fieles.
Pasadas las 5 de la tarde, hacía su entrada solemne la imagen del Inmaculado Corazón de María, coronada por San Juan Pablo II, al son de las trompetas, que anunciaban melodiosamente la relevancia del evento.
La Santa Misa fue celebrada por el Nuncio Apostólico en El Salvador, Mons. León Kalenga Badikebele y concelebrada por el párroco de Corazón de María, P. Sentre CM., el P. Fernando Gioia, el Padre Michael Carlson y el Padre Víctor Castillo, de los Heraldos del Evangelio.
Después de la homilía, la imagen del Inmaculado Corazón de María, fue solemnemente coronada por el Sr. Nuncio, tras la cual los fieles irrumpieron en un caluroso aplauso.
Momentos de mucha emoción, sin duda, de tan bella ceremonia dedicada a la Virgen Santísima, fue la procesión con la imagen que recorrió los pasillos de una abarrotada iglesia a la luz de cientos y cientos de velas al ritmo cadencioso del “Ave, Ave, Ave María”.
A dos años del centenario de las apariciones de la Virgen en una pequeña aldea de Portugal, todavía se escuchan las palabras llenas de esperanzas dichas por ella: “Por fin mi Inmaculado Corazón triunfará”.