Noche de Paz

Noche de Paz

5369_M_fd65b8fd0Cuenta la tradición que esta famosa canción nació del corazón de dos hombres. Uno de ellos fue el padre Joseph Mohr, a quien podemos imaginar en el pequeño poblado austríaco de Obendfort, en el año 1818, preparando su sermón para la misa del Gallo. He aquí que, en cuanto se encontraba inmerso en la lectura de la Sagradas Escrituras, prestando toda su atención sobre ellas, tocó a la puerta una campesina pidiendo que bendiga el bebé recién nacido de un leñador.

El sacerdote acompañó a la buena mujer hasta la humilde cabaña. Bañado por una débil luz y calentado por una estufa de leña, un lecho simple acogía a la joven madre con el recién nacido que dulce y serenamente dormía en sus brazos, esperando a ser bendecido.

¡Cuánta paz! ¡Cuánta inocencia! ¡Cuánta presencia de lo sobrenatural había en esa sencilla escena!

Al regreso, un poema brotó con extrema facilidad de su pluma describiendo los sentimientos que llenaron su alma en la pobre cabaña. Estaba escrito el “Stille Nagth”, que conocemos como “Noche de Paz”

En la mañana siguiente, el padre Morh buscó a su amigo, Franz Gruber, profesor de música, y le mostró las líneas que había escrito. Gruber se encantó con la poesía y enseguida compuso una melodía para las mismas. Y desde entonces fue siendo difundida, poco a poco, por el mundo entero y traducida en incontables idiomas.

Dejemos que los acordes del Noche de Paz nos transporten místicamente hasta la gruta de Belén, donde Dios se hizo Hombre en una Noche de Paz.

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Gran Concierto Navideño y Obra de Teatro

concierto_20110095En todo un ambiente de mucha unción y alegría, en su tercer año consecutivo, los Heraldos del Evangelio ofrecieron un sublime concierto de Villancicos navideños y la  inolvidable obra de teatro “Noche de Navidad, noche de conversión”.

La representación teatral, que desde su inicio suscitó una ola de aplausos, nos relataba la conversión de un hombre duro de corazón y reacio en creer en el nacimiento del Divino Infante pero que al final, tocado por una gracia del Redentor, hecho niño que se les aparece, se convierte en un fervoroso católico.

A seguir tuvo lugar el Concierto, seguido por el numerosísimo público  con mucho interés y entusiasmo. Las bellas melodías consiguieron ser un preludio del nacimiento del Divino Niño deseoso de nacer, sobre todo, en el corazón de todos.

Nos honraron con su presencia Mons. José Elías Rauda Gutiérrez , OFM,  Obispo de San Vicente, Mons. Luis Morao Andreazza, OFM,  Obispo de Chalatenango y Mons. Tulio Manuel Chirivella Varela, Arzobispo Emérito de Barquisemeto, Venezuela, los cuales, después de sus palabras de aliento, dieron la bendición a todo el público presente.

Los Heraldos del Evangelio le pedimos a la Santísima Virgen y a San José  que intercedan ante el Niño para que nos otorgue sus más abundantes gracias y bendiciones en esta navidad y en todos los días del Año Nuevo que ya está en nuestras puertas.

(Fotos de estudio Galiano de Mario Díaz)

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El Árbol de Navidad

El árbol de Navidad siempre apunta al cielo, y su ramaje perpetuamente verde nos recuerda Aquél que nos concedió la vida eterna.

Navidad-Christmas-RoomLa historia del festivo árbol comienza en los densos bosques de Alemania, en el siglo VIII. El gran San Bonifacio, obispo y apóstol de aquellas tierras, había estado atrayendo un buen número de tribus paganas al rebaño de Jesucristo. Pero su labor no era fácil. A veces, los conversos, cuya fe todavía era vacilante, recaían en las perversas costumbres de sus antepasados.

En cierta ocasión, Bonifacio tuvo que realizar un largo viaje a Roma, donde fuera para pedir consejo al Papa Gregorio II. Meses después, al volver a la región del Bajo Hesse, sorprendió horrorizado a algunos nativos que estaban a punto de realizar uno de los holocaustos humanos exigidos por la religión primitiva. Liberando a los nueve niños que iban a ser víctimas, el celoso obispo quiso entonces dar un testimonio público de lo impotentes que son los falsos dioses delante del Cordero de Dios.

Mandó talar un enorme roble de Thor, bajo el que se iba a realizar el sangriento sacrificio. Los sacerdotes paganos le amenazaron con ser fulminado por los rayos del dios del trueno. Sin embargo, derrumbado el árbol, nada sucedió, para humillación de los paganos.

Los relapsos se arrepintieron entonces, y muchos idólatras pidieron el sacramento del bautismo. La caída del árbol de Thor representó la caída del paganismo en aquellas regiones.

Los germanos, ya pacificados y convertidos, adoptaron entonces el pino como símbolo cristiano. Él siempre apunta al cielo y su ramaje eternamente verde nos recuerda Aquél que nos concedió la vida eterna. Bajo sus ramas ya no hay ofrendas crue les, sino los regalos en honra de Cristo recién nacido.

Años y años más tarde, el árbol de Navidad traspuso las fronteras de Alemania. En los siglos XVIII y XIX se hizo habitual entre la nobleza europea, alcanzando las cortes de Austria, Francia e Inglaterra, hasta la lejana Rusia. De los palacios se extendió al pueblo de Europa, y, por fin, en los días de hoy, lo encontramos por todo el orbe.

En el centro de la cristiandad, en plena Plaza de San Pedro, todos los años, es levantado un árbol de grandes proporciones, elegantemente adornado, como corresponde a la dignidad del lugar. Tocado por su belleza y simbolismo, el recordado Papa Juan Pablo II se refirió a él, en Diciembre de 2004:

“La fiesta de Navidad, tal vez la tradición popular más querida, es extremadamente rica en símbolos, unidos a las diferentes culturas. Entre todos, el más importante es, sin duda, el Nacimiento […].

Al lado de éste, como en esta Plaza de San Pedro, encontramos el tradicional ‘árbol de Navidad’. También ésta es una antigua tradición, que exalta el valor de la vida, porque durante el invierno, el árbol siempre verde se convierte en una señal de la vida que no perece. Generalmente, es un árbol adornado y a los pies del mismo son colocados los dones de Navidad.

Así, el símbolo se vuelve elocuente también en un sentido típicamente cristiano: evoca a nuestra mente el ‘árbol de la vida’ (Cf. Gn. 2,9), figura de Cristo, supremo don de Dios a la Humanidad.

Por consiguiente, el mensaje del árbol de Navidad es que la vida permanece ‘siempre verde’, si ella se vuelve don; no tanto de cosas materiales, sino de sí mismo: en la amistad y en el cariño sincero, en la ayuda fraterna y en el perdón, en el tiempo compartido y en la escucha recíprocaQue María nos ayude a vivir la Navidad como una ocasión para saborear la alegría de darnos a nosotros mismos a los hermanos, especialmente a los más necesitados” (Ángelus, 19/12/2004)

(Revista Heraldos del Evangelio, dic./2007, No. 72)

El Primer Pesebre

view¿Cómo surgió la piadosa costumbre de hacer pesebres en Navidad?

Corría el año de 1223. La nieve cubría con su albo manto la pequeña ciudad de Greccio, en el centro- sur de Italia. Las campanas repicaban festivamente, anunciando la noche de Navidad.

Todos los habitantes, campesinos en su mayoría, se encontraban reunidos alrededor de San Francisco de Asís, quien intentaba explicarles el misterio del nacimiento del Niño Dios. Ellos escuchaban con respeto, pero…no daban muestras de haber comprendido realmente.

¿Qué hacer?

San Francisco buscó algún modo más didáctico de explicar a los iletrados aldeanos la historia de Navidad. Mando traer una imagen del Niño Jesús, una cunita, pajas, un buey y un burro.

Los asistentes se miran entre sí, sorprendidos, pero salen a buscar todo rápidamente.

En poco tiempo, el santo compuso la escena: en el centro, la cuna con las pajas; al fondo, los dos pacíficos animales. Faltaba apenas la imagen del Niño Dios. Con gran devoción, San Francisco la tomo en los brazos, para depositarla en la cuna.

¡Se da entonces el gran prodigio!

Ante los ojos maravillados de todos, la imagen toma vida y el niño sonríe para San Francisco.

Este abraza tiernamente al Divino Infante y lo acuesta sobre las pajas de la cuna, mientras todos se arrodillan en una actitud de adoración.

El Niño Dios sonríe una vez más y bendice a aquellos campesinos allí postrados a sus pies.

Pocos instantes después, había sobre las pajas una simple imagen inanimada… pero en el alma de todos permaneció el recuerdo vivo del Niño Jesús. ¡Él les había sonreído!

A partir de entonces, el pueblo de Greccio armaba todos lo años el “pesebre de San Francisco”, con la cándida esperanza de que el milagro se renovase. No fueron engañadas sus esperanzas.

Aunque la imagen no volvió a tomar vida, la Virgen María le hablaba especialmente al alma en esas ocasiones, con gracias sensibles.

¿Qué gracias? Las gracias propias a la Liturgia de Navidad.

¿Sólo para los aldeanos de Greccio? ¡No!, en todos los pesebres del mundo está presente el Niño Jesús —Con María su Madre, y San José— a la espera apenas de que nos acerquemos para, también nosotros, recibir una sonrisa y una bendición.

Es justamente por ese motivo que se esparció por todo el universo católico la costumbre de armar pesebres por ocasión de Navidad.

Haga, lector, como los habitantes de Greccio. Arrodíllese piadosamente delante del Niño Jesús en el pesebre y, por intersección de la Santísima Virgen María, pida para Ud. y para todos sus seres queridos esta sonrisa que comunica felicidad, esa bendición que trasmite paz.

Futuro y Vida en el Colegio Maya

Maya_20110006Los alumnos del colegio Maya, el 30 de noviembre, han pasado unos momentos que seguro no olvidarán, ya que participaron del Proyecto Futuro y Vida, que llevan a cabo los Heraldos del Evangelio en diversos establecimientos escolásticos. Los jóvenes asistentes pudieron presenciar una obra de teatro seguida por un debate en el cual ellos mismos, micrófono en mano, sacaban las conclusiones de la representación que acababan de ver. Luego se les pasó un audiovisual sobre las actividades de los Heraldos en El Salvador.

Agradecemos a todo el personal del colegio Maya  por todo el apoyo y colaboración para la realización de esta actividad.

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Nuestra Señora de La Paz, Patrona de El Salvador

fdpt16112010lffes03Corría el año de 1682 cuando unos mercaderes encontraron en la villa del Mar del Sur salvadoreño una caja abandonada; tan bien sellada que no pudieron abrirla con sus herramientas. Seguros de que contenía algún objeto valioso, se trasladaron a la ciudad de San Miguel, donde había más posibilidades de abrirla. Ataron la caja a lomo de burra y emprendieron el largo y peligroso camino hasta llegar a la ciudad el 21 de noviembre. Con la intención de asegurar la propiedad del posible tesoro, se dirigieron primero a las autoridades del lugar para dar cuenta del hallazgo; cuando al pasar por delante de la iglesia parroquial, hoy Catedral, la burra se echó en tierra decidida a no moverse de ahí. Sin esfuerzo alguno lograron abrir la caja que contenía una hermosa imagen de Nuestra Señora con el Niño en los brazos.

Se cuenta que al arribar la imagen había una cruenta lucha entre los habitantes de la región y al correr la voz del maravilloso hallazgo, todos depusieron las armas e inmediatamente cesaron las hostilidades. Por esto dieron a la imagen el hermoso título de Nuestra Señora de la Paz, cuya fiesta litúrgica se celebra el 21 de noviembre, en recuerdo de su llegada a la ciudad de San Miguel.

Fuente: Clerus.org

5º Aniversario de los Oratorios en San Sebastián

DSC_0401El 30 de octubre del 2011 se celebraba el 5° aniversario de la llegada de los Oratorios a San Sebastián, diócesis de San Vicente.

Después de la procesión por las calles de la ciudad hasta la parroquia de San Sebastián tuvo lugar la Eucaristía.

En  la parroquia,  al ingresar la imagen del Inmaculado Corazón de María junto con el Párroco, el Padre Encarnación René, los Terciarios de los Heraldos del Evangelio y los Coordinadores de Oratorios,  surgió una explosión de aplausos de los asistentes que sumaban unos 700 fieles.

En la homilía del Padre Encarnación recordaba, entre otras cosas, la feliz llegada de los Heraldos con los Oratorios hace cinco años.

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Una Mañana con María en Victoria

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El pasado domingo, 23 de octubre, en el ámbito del mes del Rosario, en Victoria, Diócesis de San Vicente, los Heraldos del Evangelio en conjunto con el párroco, P. Salvador Acevedo  y sus  vicarios, P. Oscar Navas y P. Manuel de Jesús Rodas, se llevó a cabo una “Mañana con María”[1], con la participación muy especial del Apostolado de los Oratorios de las diversas comunidades de la parroquia.

El evento comenzó a las 8.00am. de un día espléndido de sol, preanuncio de las gracias que iba a derramar la Santísima Virgen a todos los que a ella se acogían. Los numerosísimos participantes se dispusieron en filas para la procesión, desde la gruta dedicada a Nuestra Señora de la Victoria, en la entrada de la ciudad,  hasta la Parroquia que lleva la misma advocación, llevando en triunfo a la imagen del Inmaculado Corazón de María de Fátima, por las calles de la ciudad, rezando, cantando y exclamando vivas a la Virgen, a la Iglesia Católica y el Papa. Es digno de nota la participación de los niños de la Primera Comunión, con sus hermosos trajes en honor a Jesús Sacramentado.

Llegando a la iglesia parroquial el P. Salvador coronó, solemnemente la imagen de Nuestra.

A continuación siguió unas reflexiones sobre la importancia de la mediación de la Madre de Dios en todas nuestras necesidades espirituales y materiales, plática que fue seguida con mucha atención por los presentes y les quedó claro lo que decía el gran poeta italiano Dante Alighieri: Señora, eres tan grande y tanto vales, que quien quiere gracia y a ti no acude es querer  volar sin alas. Una obra de teatro, “El Mendigo Valiente”, ejemplificó toda la explicación  dada a los fieles.

Esta “Mañana con María” fue coronada con la celebración de la Eucaristía solemnizada por el coro y los instrumentos de los Heraldos del Evangelio.

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[1] “Una Mañana con María”, es una de las iniciativas del apostolado de los Heraldos del Evangelio que consiste en pasar una mañana en compañía de la Santísima Virgen con reflexiones marianas, obras de teatros, charlas, etc.

Nuestra Señora del Pilar, Patrona de la Hispanidad

Imagen1Etimológicamente significa “ pila”. Viene de la lengua latina.

Este nombre, uno de los más abundantes en España tiene un origen curioso. Fue la misma Virgen María la que se apareció al apóstol Santiago que estaba desanimado mientras evangelizaba la patria española.

Se le apareció en carne mortal cuando, junto al Ebro, y sentado en una piedra o pila quería llegar hasta otros lugares predicando la Buena Nueva del Evangelio.

Santiago llevaba inscritas en su corazón las últimas recomendaciones de Jesús:”Id por todo el mundo predicando el Evangelio y bautizando a la gente en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.

Con el paso del tiempo, los zaragozanos le hicieron una inmensa y preciosa basílica levantada en su honor en el primer milenio, aunque haya sufrido muchas reformas arquitectónicas.

Hay que tener en cuenta que España ha sufrido muchas invasiones, pero es seguro que ya existía en la época de los Visigodos.

Dicen que la misma Virgen le dejó una imagen como recuerdo del inolvidable encuentro. Y el mandato de que le construyera allí un templo.

Según dice la Tradición, esto sucedía en el año 40. Científicamente no está nada comprobado a nivel de papeles. Sin embargo, el testimonio vivo de tantos miles y miles de personas que van en peregrinación a este santo lugar mariano, demuestran fehacientemente que la fe no viene del aire sino de personas que, generación tras generación, viven su devoción a la Virgen de forma continuada.

Juntamente con el sepulcro de Santiago en Galicia y el Pilar de Zaragoza son dos polos de espiritualidad palpable en España y con proyección a todo el universo.

Hoy es la fiesta nacional en España y también el día de la Hispanidad. Las banderas de las naciones sudamericanas llenan este lugar. En la misa de hoy se leen estas palabras:”La devoción al Pilar tiene una gran repercusión en Iberoamérica, cuyas naciones celebran la fiesta del descubrimiento de América en este día”.

Fuente: Catholic.net

Nuestra Señora del Rosario

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En la última aparición, octubre de 1917, la Virgen María dijo por fin su nombre: “Soy la Señora del Rosario”, y volvió a insistir en su recomendación: “Sigan rezando el rosario todos los días”.

Por especial designio de la infinita misericordia de Dios, María Santísima reveló al gran Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de los Dominicos, un medio fácil y seguro de salvación: el santo Rosario.

Siempre que los hombres lo utilizan todo florece en la Iglesia: en la tierra empieza a reinar la paz, las familias viven en concordia y los corazones se encienden de amor a Dios y al prójimo. Cuando lo olvidan las desgracias se multiplican, se implanta la discordia en los hogares, el caos se establece en el mundo…

El Avemaría, base del Nuevo Testamento

Santo Domingo vivió en una época de grandes tribulaciones para la Iglesia.

La terrible herejía de los albigenses se había esparcido por el sur de Francia y amenazaba a toda Europa. La profunda corrupción moral que de ella provenía atentaba contra los fundamentos de la propia sociedad temporal.

Por medio de ardorosas predicaciones, Santo Domingo intentó durante años traer de vuelta al seno de la Iglesia a aquellos infelices que se habían desviado de la verdad. Pero sus elocuentes e inflamadas palabras no lograban llegar a esos corazones empedernidos y entregados a los vicios.

El Santo intensificó sus oraciones…
Aumentó sus penitencias… Fundó un instituto religioso para acoger a los convertidos… Poco y nada le valieron sus esfuerzos. Las conversiones eran pocas y de efímera duración.
¿Qué hacer? Leer más…