Santa Teresita del Niño Jesús

En su corta existencia llegó a un elevado grado de santidad. Por sus inmensos deseos y su vida de sacrificios, fue misionera sin salir del convento y se convirtió en Patrona de las Misiones. Inauguró una nueva senda espiritual y fue proclamada Doctora de la Iglesia.

Era un 30 de septiembre de 1897. Cerca de las 16 horas, la comunidad del Carmelo de Lisieux, en Francia, se reunió en torno al lecho de una religiosa que, con tan sólo 24 años de edad, parecía entrar en agonía. A la hora del Ángelus, miró largamente a la Virgen de la Sonrisa, que siempre la había protegido en su breve existencia.

Sujetaba con firmeza el crucifijo. Notando que la enferma parecía tardar un poco más en esta tierra, la superiora dispensó a la comunidad. Pero enseguida sonó la campana de la enfermería y las religiosas regresaron a toda prisa, a tiempo para presenciar una sublime escena.

Con los ojos puestos en el crucifijo, la agonizante pronunció esta breve frase: “Dios mío… yo… ¡Te amo!”. Su semblante se iluminó, parecía estar en éxtasis. Durante algunos instantes, su mirada se posó un poco por debajo de la imagen de María que tenía en la cabecera. Después cerró los ojos y, con una sonrisa en los labios, entregó su alma al Creador.

Sublime compendio de la Creación

Ofrecemos a nuestros lectores un pequeño trecho del Pequeño Oficio de la Inmaculada, Comentado“, de autoria de Nuestro Fundador, Mons. Juan Clá Dias

Comentando el capítulo de los Proverbios (VIII,22-31) usado por la Liturgia en la celebración de la Natividad de Nuestra Señora, San Juan Eudes escribe:

“[María] estuvo presente con el Creador del universo, cuando Él asentaba los cielos, regulaba el movimiento de los astros, y cuando cercaba los abismos; cuando formaba el aire y los vientos y daba consistencia a las nubes en lo alto; cuando ponía límites al mar, para que las aguas no sobrepasasen sus confines; cuando asentaba los cimientos de la tierra.

¿Cómo se entiende esto?. ¿De qué modo esta sagrada Virgen estaba con Dios en la Creación del mundo, y de qué manera hizo todo con Él?

Estaba con Dios porque Él la llevaba siempre en su espíritu y en su corazón, y consideraba cuidadosamente todas las perfecciones naturales y sobrenaturales diferentemente repartidas entre todas las criaturas, para recogerlas un día y reunirlas todas en Aquella que había sido destinada para ser la Soberana del universo. Por esta razón, San Epifanio La llama: «Misterio del Cielo y de la tierra», porque Dios puso en esta maravillosa Virgen como en un resumen y compendio, todo lo que hay de más hermoso en el Cielo y en la tierra”.

En ese mismo sentido, el Pe. Jourdain transcribe este comentario de un piadoso autor: “Dios se confirma en la creación de los Ángeles, de los Arcángeles, de los Querubines y de los Serafines; se confirma en la creación del cielo material, de los astros, del sol, de la tierra y de las criaturas que la contienen. Creando todos esos seres, Dios prenunciaba su obra maestra por excelencia, la creación de María, que ella misma sería el preludio de la creación de la humanidad del Salvador. Todo se aplicaba a Jesús y a María, todo les representaba, todo preparaba su venida a la tierra para el rescate de los hombres y la glorificación de Dios”.